top of page

¡Felicitaciones! Esta semana entraste en uno de los fuegos más delicados y verdaderos: el fuego del corazón.

No hablaste de comida.
Hablaste con ella.
La miraste con ojos nuevos.
Reconociste que muchos sabores guardan historias, recuerdos, vínculos.
Y que a veces, detrás de una galleta o un pan,
hay un abrazo que no se dio, una caricia que no llegó,
una costumbre que reemplazó al vínculo real.

No se trató de eliminar alimentos.
Se trató de ver con honestidad lo que alimentabas.
Y esta semana empezaste a despedirte de algo que te sostuvo mucho tiempo.

No con culpa.
Con cariño.
Le diste las gracias a ese alimento que alguna vez fue consuelo.
Y elegiste dejarlo ir, con respeto.

También hiciste espacio.
Limpiaste tu cocina.
Simplificaste tu entorno.
Y liberaste tu sistema digestivo del exceso.

Más aún:
Entendiste que el afecto no necesita envoltorios ni calorías.
Que el amor se puede dar con presencia, con una palabra, con un silencio compartido.
Y que el cuerpo agradece cuando dejas de confundir alimento con emoción.

Eso lograste esta semana:
transformar el apego alimenticio en conciencia emocional.
Liberar espacio para el afecto real.
Y comenzar a nutrirte desde un lugar más honesto, más humano, más tuyo.

Y ahora que tu corazón está más claro, más sobrio, más abierto…
🔥 es momento de encender el fuego de la percepción.

Prepárate para la Semana 12.
Ahí el foco será el agua.
El cuerpo como corriente.
La atención como río.

Y tu energía… lista para fluir con más limpieza y dirección.

bottom of page