Esta semana, entrenaste la mirada.
Y mirar —de verdad— no es un acto neutro.
La forma en que miras afecta tu energía.
Afecta a los otros.
Y afecta tu mundo.
Porque mirar no es solo registrar lo que ves.
Es decidir con qué energía lo haces.
Y desde dónde.
Esta semana soltaste la mirada invasiva.
La mirada que juzga, que compara, que exige.
Y cultivaste una nueva visión:
más limpia, más serena, más tuya.
Sostuviste los ojos abiertos… sin ansiedad.
Sostuviste la presencia… sin invadir.
Y en ese gesto simple, entrenaste algo mayor:
la dirección energética de tu percepción.
🛡️ Mirar con intención no es una técnica.
Es una ética.
Es una forma de estar.
Cuando dejas de mirar desde la carencia,
y empiezas a mirar desde el centro,
🔥 todo se ordena.
Lo que no necesita tu atención… se cae solo.
Lo que merece tu energía… se enciende.
Y ahora que tu mirada ya no dispersa,
sino que ilumina…
prepárate.
Porque la próxima semana
no entrenarás la vista.
Entrenarás la visión más profunda:
la de tu intuición.